La acupuntura (del latín acus, aguja y pungere, punción) es una técnica proveniente de la medicina tradicional china que a través de la inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo restaura la salud y el bienestar en el paciente.
La teoría tradicional china considera que la enfermedad es un desequilibrio de las dos modalidades de energía que existen: la modalidad yin, y la modalidad yang; la inserción de finas agujas sobre los puntos acupunturales reequilibra la energía, ya sea estimulando los puntos, o -por el contrario- produciendo depresión en estos.
La acupuntura adquirió tal importancia en el mundo occidental que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado documentos y guías para incentivar la realización de estudios clínicos de esta disciplina y así ir extendiendo su uso como una simple y efectiva opción terapéutica.
Según un estudio de la Universidad Maryland, la acupuntura puede aliviar dolores y proporcionar mayor movilidad a pacientes crónicos si es combinada con otras terapias.
Los resultados de diferentes estudios publicados muestran que la acupuntura añadida como tratamiento para pacientes que tomaban anti-inflamatorios que no les aliviaban del todo sus dolencias, ha hecho que sus capacidades motoras mejoren significativamente.
La acupuntura es apropiada para el tratamiento de un amplio abanico de patologías, destacando su uso en hernia discal, lumbalgias, contracturas severas, dolores artro-musculares crónicos, artrosis, entre otras afecciones. Es además importante destacar su uso como analgésico, e incluso para reducir el dolor en procedimientos quirúrgicos.
Por otra parte, este tipo de terapia implica para el paciente poder reducir la ingesta de fármacos evitando las complicaciones gastrointestinales que esto origina.